La Nueva Era de Aranceles: 5 motivos para justificar a Trump y la estrategia real detrás de este impuesto
Muchos, incluyendo al propio presidente, pretenden justificar esta política arancelaria desde el punto de vista del déficit comercial, el 'american first' y el gasto en defensa. Hay algo más.
Esta semana, el presidente Trump ha marcado las pautas en la política comercial de Estados Unidos con un ambicioso paquete arancelario que ya está dando de qué hablar en los mercados globales.
Conocido como el “Día de la Liberación”, Trump ha anunciado medidas que elevarán los impuestos a las importaciones a niveles no vistos en décadas.
La estrategia se presenta como una respuesta a años de desequilibrios comerciales y una herramienta de presión geopolítica y para proteger la industria nacional.
Sin embargo, nosotros consideramos que los motivos reales tras estas decisiones son otros, con más lógica en el apartado financiero.
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Los Aranceles de Trump
El 2 de abril de 2025, Donald Trump, en su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, anunció una ambiciosa política arancelaria que ha puesto al mundo en alerta. Desde la Casa Blanca, en un evento autodenominado "Día de la Liberación", firmó órdenes ejecutivas que imponen un arancel base del 10% a todas las importaciones, con tasas más altas para países específicos como China (34%) y la Unión Europea (20%), entre otros. Estas medidas, que entraron en vigor el 5 de abril para el arancel general y se extenderán al 9 de abril para los recíprocos, marcan el inicio de una era proteccionista sin precedentes en el último siglo. Trump justificó esta estrategia como una respuesta a décadas de "abusos comerciales" y una forma de revitalizar la economía estadounidense, aunque los mercados globales ya reflejan incertidumbre con caídas significativas en Wall Street y tensiones con socios comerciales clave.
Teniendo en cuenta este anuncio, estamos antes unas tasas arancelarias más altas del último siglo, superando en muchos casos incluso las vistas en la década más proteccionista del Siglo XX, la de 1930.
5 Motivos detrás de la política arancelaria
Estos son los motivos que desde dentro nos dan para justificar esta política:
Nacionalismo Económico y la Doctrina "America First"
En el núcleo de esta política está la filosofía "America First", que prioriza los intereses económicos de Estados Unidos sobre el comercio global. Trump ha reiterado que otros países, especialmente China y la Unión Europea, han explotado a EE.UU. con prácticas comerciales desleales. Este nacionalismo busca revertir el déficit comercial, que en 2024 alcanzó los 1.2 billones de dólares, y fortalecer la autosuficiencia económica.El déficit externo de EE.UU. es el espejo del superávit externo de China, y en menor medida de otros países superavitarios como Alemania y Corea del Sur, entre otros. Son desequilibrios con los que Trump quiere acabar.
Protección de la Industria Nacional y Reindustrialización
La administración Trump apuesta por proteger sectores clave como la manufactura, el acero y la automoción, que han perdido competitividad frente a importaciones baratas. Con aranceles del 25% al acero y aluminio ya vigentes desde marzo, y un 25% adicional a vehículos extranjeros desde el 3 de abril, el objetivo es incentivar la producción interna y repatriar empleos manufactureros, aunque los resultados a corto plazo son inciertos.Herramienta de Negociación y Presión Geopolítica
Los aranceles son también un arma de negociación. Trump los utiliza para presionar a países como Canadá y México, exentos parcialmente gracias al T-MEC, a reforzar controles migratorios y de drogas, y a la Unión Europea para renegociar acuerdos comerciales. La amenaza de tasas más altas a China (hasta un 60% prometido en campaña) busca forzar concesiones en temas como la devaluación del yuan y la inversión extranjera.También lo perciben como una herramienta de presión a la OTAN, donde sin lugar a dudas EE.UU. es el principal benefactor, ante las posibles amenazas externas.
Generación de Ingresos y Sustitución de Impuestos Internos
Trump ha prometido que los aranceles generarán ingresos significativos, estimados en 600,000 millones de dólares anuales por su asesor Peter Navarro. Esta recaudación se plantea como una alternativa a los impuestos internos, financiando rebajas fiscales como la reducción del impuesto de sociedades del 21% al 15% para empresas que produzcan en EE.UU., aunque analistas advierten que podría no compensar el costo económico de una guerra comercial.Seguridad Nacional y Respuesta a Amenazas Percibidas
Invocando la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, Trump justifica los aranceles como una medida de seguridad nacional. Argumenta que la dependencia de importaciones, como el aluminio (arancel del 11 de febrero) o el cobre (25 de febrero), pone en riesgo la capacidad industrial de EE.UU. frente a amenazas externas, especialmente de China, aunque esta retórica también sirve para legitimar medidas proteccionistas ante la opinión pública.
Pero, ¿Cuál es el motivo REAL detrás de estas decisiones?
Más allá de los motivos ‘públicos’, Trump se enfrenta a dos desafíos críticos: la refinanciación de la deuda soberana estadounidense y la amenaza de una recesión que afecte a pymes y familias.
Y es que Donald Trump tiene claro que el culpable de la situación actual de Estados Unidos es el déficit público. Este ha provocado una deuda pública que supera el 115% del PIB y vencimientos importantes en el horizonte de 2025 y 2026, provocando que EE.UU. se enfrente a la necesidad de emitir nuevos bonos del Tesoro a tipos de interés más elevados.
Estamos ante una situación que a la larga pondrá suponer una crisis económicas en los países occidentales sin precedentes (imaginad un Gobierno de España muy endeudado, en crisis, con alto paro, incapaz de hacer frente a unas pensiones crecientes).
Por lo tanto, la solución pasa por eliminar el déficit y con él bajar el endeudamiento. Y esto se consigue de dos formas: reduciendo gastos y aumentando la recaudación.
Para la primera de las premisas, Elon Musk al frente de DOGE ha trabajado en ello, logrando, según ellos, unos recortes de $140B americanos. Sin embargo, esto no es suficiente. Pero hay una forma de rebajar los gastos futuros de los próximos años de forma eficaz: rebajar los tipos de interés.
Con una deuda de $36T americanos, rebajar el tipo de interés del 5% que se encontró Trump cuando fue reelegido al 2%, supondría un ahorro de $108B anuales. Hay que tener en cuenta que el déficit fiscal en 2024 fue de $1,8T.
Aún a sabiendas del impacto negativo que tendrá en la economía, Trump espera que una rebaja de los tipos facilite la competitividad de las pymes, logrando ocupar el puesto en la producción que ahora ocupan productos extranjeros. Industria más competitiva, dólar más competitivo, más ventas internas, más exportaciones y la vuelta de la industria a suelo americano. Este aspecto servirá para paliar la inflación y la potencial recesión asociada.
La segunda pata pasa por lograr un claro aumento de la recaudación sin que esto suponga aumentar los impuestos a los propios ciudadanos (directamente, claro). Con la subida de las tasas arancelarias la administración americana espera recaudar $6T en la próxima década, unos $600B anuales.
¿Y qué estrategia van a seguir?
Aunque es dificil de saber cómo se desarrollará la estrategia, si que es cierto que a día de hoy parace que si que hay una guía basada en las ideas de su equipo económico y particularmente en el ensayo de Steven Miran.
Se trata de un documento donde Miran propone provocar la disrupción del orden comercial internacional, obligando de esta forma a negociar al resto de países y acabando así con el problema persistente amercano de la sobrevaloración del dólar y las condiciones comerciales asimétricas.
Según Miran, esta sobrevaloración perjudica la competitividad de las exportaciones estadounidenses y favorece las importaciones, lo que daña la industria manufacturera y la seguridad nacional.
La utilidad de la estrategia de subir aranceles radica en servir como moneda de cambio para conseguir socios de Estados Unidos, quienes, a cambio de la supresión de aranceles, aceptarían una apreciación de sus monedas. Propone incluso un aumento gradual y predecible de los aranceles para minimizar la incertidumbre y presionar a países como China para que reformen sus sistemas económicos y cumplan con las demandas estadounidenses. La idea es lograr una realineación de las divisas, similar a los Acuerdos del Plaza, pero negociada en términos más favorables para Estados Unidos, los "acuerdos de Mar-a-Lago".
Además, Miran integra estrechamente la política comercial con la política de seguridad. Considera que el suministro de activos de reserva y el paraguas de seguridad están relacionados y aboga por una distribución de cargas en ambos ámbitos, incluso llegando a la idea terminarían pagando, de algún modo, la protección militar de Estados Unidos.
¿Está libre de riesgos?
Creo que esta política se enfrenta a riesgos muy elevados:
1. Inflación: El Efecto Boomerang de los Costos
Uno de los riesgos más inmediatos es el aumento de la inflación. Los aranceles elevan el costo de los bienes importados, que representan cerca del 15% del consumo total en EE.UU. Por ejemplo, productos electrónicos, ropa y automóviles, sectores con alta dependencia de importaciones, podrían ver incrementos de precios del 10-20% en meses, según estimaciones del Peterson Institute for International Economics. En un contexto donde la inflación ya ronda el 2.8% (abril 2025), este shock podría empujarla por encima del 4%, forzando a la Reserva Federal a subir los tipos de interés. Esto encarecería el crédito para consumidores y empresas, reduciendo el poder adquisitivo y contradiciendo el objetivo de Trump de mantener la deuda manejable.
2. Paro: Ganancias a Corto Plazo, Pérdidas a Largo Plazo
Aunque Trump promete crear empleos en industrias protegidas como la manufactura (acero, aluminio, automoción), el impacto neto en el empleo podría ser negativo. Las represalias comerciales de socios clave ya están en marcha: China anunció el 4 de abril aranceles del 25% a la soja y el cerdo estadounidenses, mientras la UE planea gravar el whisky y las motocicletas con un 20% adicional desde mayo. Estas medidas amenazan sectores exportadores que emplean a millones, como la agricultura (2.1 millones de empleos directos en 2024). Además, el aumento de costos para empresas que dependen de insumos importados (por ejemplo, fabricantes de maquinaria) podría llevar a recortes de plantilla. Un estudio de la Universidad de Chicago proyecta una pérdida neta de 300,000 empleos en dos años si las tensiones escalan.
Además, es importante añadir que el paro en US es muy bajo. La industria actual ha caido en cuanto a empleos, pero los que hay son de muy alto valor añadido, con lo que eso conlleva. Traer producción general traería mayor puestos de trabajo, pero de una calidad mucho peor que la media actual.
3. Recesión Económica: El Fantasma de una Guerra Comercial Global
El riesgo más grave es una recesión económica. Los aranceles de Trump podrían desencadenar una guerra comercial a gran escala, similar a la de 2018-2019, pero con mayor intensidad debido a la fragilidad actual de la economía global. La caída del 9% durante esta semana, la mayor desde la Covid, representa la preocupación de los inversores.
Si países como China y la UE responden con boicots o aranceles masivos, el comercio global, que ya creció solo un 1.5% en 2024 según la OMC, podría contraerse. Esto golpearía a las empresas estadounidenses con cadenas de suministro internacionales, como Apple o Ford, reduciendo sus ingresos y provocando despidos. Goldman Sachs estima un 35% de probabilidad de recesión en EE.UU. para 2026 si los aranceles persisten sin acuerdos compensatorios.
4. Efectos en la Confianza y la Inversión
La incertidumbre generada por esta política también puede frenar la inversión privada. Las empresas, enfrentadas a costos impredecibles y posibles represalias, podrían posponer expansiones o relocalizaciones. En el sector energético, por ejemplo, el arancel del 15% a equipos solares importados (anunciado el 5 de abril) amenaza proyectos renovables valorados en 50,000 millones de dólares, según la Solar Energy Industries Association. Esta parálisis inversora podría desacelerar el crecimiento del PIB, proyectado en un modesto 2.1% para 2025 antes de los aranceles.
Por lo general, las situaciones de desconcierto y desconfianza suelen alejar las inversiones hasta que las cosas se calmen.
5. Presión sobre el Dólar y la Deuda
Aunque Trump busca fortalecer el dólar para abaratar la refinanciación de la deuda soberana, el resultado podría ser el opuesto. Una guerra comercial prolongada podría erosionar la confianza en la economía estadounidense, llevando a una venta de bonos del Tesoro y a un dólar más débil. Esto elevaría los tipos de interés de la deuda (actualmente en 4.2% para los bonos a 10 años), complicando los vencimientos de 2025-2026, que suman 7 billones de dólares. Paradójicamente, la estrategia para reducir el costo de la deuda podría dispararlo si los mercados perciben inestabilidad.
Opinión Personal y el largo plazo
Sere breve: coincido con el análisis del problema, pero me encuentro en las antípodas respecto a la solución ofrecida.
Me explico.
En mi opinión creo que hay una lógica detrás del análisis de Donald Trump. Es cierto que los países Occidentales se han declarado adictos al déficit fiscal, lo que he llevado a tasas de endeudamiento actuales muy elevadas.
Si a esto le sumamos el incremento de los tipos de interés para frenar la inflación, nos encontramos frente a problemas reales para hacer frente a los vencimientos de la deuda y elevados intereses en la refinanciación, lo que provocará recortes de gastos públicos y aumento de los impuestos.
Creo que Trump busca una situación similar a Milei en Argentina. Tomar medidas muy duras al inicio, establizar la economía y crecer a partir de una economía más equilibrada, sin deficit, reduciendo deuda y más competitiva.
Sin embargo, las medidas tomadas no son la adecuadas, en mi humilde opinión.
Aunque es cierto que Estados Unidos es el principal mercado internacional, hay que tener en cuenta que solo representa el 4% de la población mundial. Es cierto que considero muy dificil que se aisle, pero si puede provocar que otros países lleguen a acuerdos comerciales, lo que les perjudique directamente (ejemplo esta misma semana con China, Japon y Corea del Sur, algo impensable hasta hace poco).
Tambien creo que aunque es verdad que el peso de la industria ha bajado del 30% al 10% en del PIB, es porque el valor añadido no se encuetra tanto en la fase de producción sino en la innovación, investigación y desarrollo. Esto permite profesionales mejor preparados, más productivos y más ricos. Por eso se puede permitir una moneda fuerte. No creo que hay muchos estadounidenses que quiera competir en fábricas con trabajos monótonos y mal pagados (hay que tener en cuenta los problemas para encontrar trabajo en sectores como la hostelería).
En el largo plazo creo que volveremos al libre mercado.
Creo que si esta estrategia puede servir para los dos primeros años del mandato de Trum, para obligar a otros países a negociar y reducir el deficit fiscal, si quiere que la economía prospere, entiendo que la segunda parte de su mandato esto se irá relajando hasta darse la vuelta, permitiendo de esta forma cerrar su ciclo con una economía creciente, un libre mercado y un mercado de valores alcista, lo que le permita su objetivo individual: vencer a la constitución para obtener un tercer mandato.
¡Y esto ha sido todo por ahora! But we will meet again
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Muy buen análisis y comparto completamente tu opinión. Después de muchas décadas Trump es el primer presidente que mira por los intereses de su país, no obstante los riesgos de esta política son muy altos..... que se lo pregunten a Andrew Jackson. Espero que le funcione y a ver si de paso nos quita de encima a esta banda de parásitos y criminales de la UE